Si tienes un hermano mayor, será fácil comprenderlo… y si no lo tienes, puedes aprenderlo. ¿Te imaginas la vida sin tu hermano? Una pregunta interesante que introduce a este artículo. Pero antes, aclaremos: hermano es la persona a la que nosotros le tenemos un profundo cariño, confianza y no precisamente por estar siempre juntos, sino que al tener cada quien su vida, sabemos que podemos contar con su apoyo incondicional en cualquier circunstancia.
Dicho esto, comprendemos cuán diferente sería nuestra vida sin la presencia de este o estos hermanos a nuestro lado. ¿Qué tal esa experiencia de ir por primera vez a una fiesta? O ¿Cuántas travesuras de niño no tendrías para contar? O tal vez, esa situación en la que tu hermano te defendió de algún compañero en la escuela. Pues bien, déjame platicarte que a lo largo de la historia hay grandes relatos imperdibles de hermanos que han cambiado el mundo. Te lo cuento en a continuación:
Esta historia se remonta hacia los tiempos de Jesús y tiene que ver con dos personas muy importantes y claves en la evangelización del mundo. Así como lo lees, de no ser por la hermandad de Andrés y Simón Pedro, los discípulos de Jesús, hoy muchas cosas fueran distintas y te digo por qué. Sucede que Andrés, hermano mayor de Pedro, tuvo un primer encuentro con Jesús, y como toda persona que ha vivido el amor de Dios, necesita ir a compartirlo a los demás. Andrés encontró primero a su hermano Simón y le dijo: “hemos encontrado al Mesías”, y se lo presentó a Jesús (Jn 1, 41-42). Ya sabemos que Pedro fue el primer Papa de la historia, a quién Jesús mismo confió su iglesia y todo ello fue gracias a la intervención de su hermano, Andrés.
Es por ello que la hermandad es un regalo, un don de Dios que trae grandes frutos a nuestra vida. Pero si nos adentramos más a la palabra y definición de hermano, podemos encontrar en su base al amor, en donde toda acción buena se fundamenta. Es ahí, en el amor, que podemos comprender que Jesús ha sido el hermano perfecto por excelencia, pues Él mismo ha querido acompañarnos y estar para nosotros en cualquier momento que lo necesitemos.
Pero Jesús no solo es nuestro hermano amoroso, que nos cuida y protege del mal, sino que nos enseña cómo ser buenos hermanos para con los demás. Acá te dejo 4 puntos claves que nos orientan en este caminar:
Recuerda que hablar de hermandad es hablar de amor y si hablamos de amor hablamos de Jesús, nuestro hermano ejemplar. No te olvides jamás que tienes a alguien que te escucha, te acompaña y sobre todo te da aliento para superar y vencer todas las pruebas que la vida te va presentando. Lo único que necesitas es amarlo más y más con tu corazón dispuesto y entregado.
¡Ánimo! Que el Señor está con cada uno de nosotros. Dios te bendiga.
Escrito por: Javier Ley