El 14 de diciembre, la Iglesia celebra a San Juan de la Cruz: un santo místico y gran promovedor de la reforma del Carmelo en apoyo a Santa Teresa de Ávila. San Juan nace en 1542 en España. Es famoso por sus poemas, escritos y aportes a nuestra Iglesia. Hoy quiero detenerme en uno de sus poemas para descubrir junto a él, que la llamada “noche oscura” tiene un sentido en la vida espiritual, si se vive de la mano de Dios.
Si vemos la vida de los santos, descubriremos que todos pasaron momentos de aridez. Por eso, ellos son los mejores maestros para poder comprender la “noche oscura”.
San Juan de la Cruz vivió en carne propia la llamada “noche oscura”, por apoyar la reforma “teresiana” del Carmelo. ¿Cómo nace el poema noche oscura? San Juan es apresado el 3 de diciembre de 1577 donde fue abandonado en una oscura celda durante 8 meses. Durante este período, San Juan experimentó una profunda soledad, presiones psicológicas de sus carceleros, la profunda convicción que nunca saldría de su situación y sensación que sus amigos cercanos le habían olvidado… es en este contexto que nace el poema “Noche Oscura del alma”.
De igual manera, Santa Faustina en su diario espiritual escribió: “La humillación es [mi] alimento cotidiano. Comprendo que la esposa acepta todo lo que atañe a su Esposo, por eso la vestimenta del desprecio que lo ha cubierto a Él debe cubrirme a mí también” (Diario espiritual, 92 ) y “El sufrimiento más grande para mí era la impresión de que mis oraciones y mis buenas obras no agradaban al Señor. No me atrevía a mirar hacia el cielo” (Diario espiritual, 68).
¿Qué es la noche oscura, entonces? En propias palabras, es el estado del alma en donde se tiene la experiencia de abandono de Dios. Esta noche oscura es un paso necesario para perfeccionar tu unión con Dios. Aunque no lo creas, esta noche oscura es un signo que has profundizado en tu relación con el Señor. Dios quiere purificar tu alma para que le ames mejor y ames con su Corazón a tus hermanos.
Esta noche oscura puede ser de mucho provecho si la vives desde la óptica de fe. Analiza tu vida espiritual, mira en qué fallas, cuales son tus pecados y no te alejes de los sacramentos.
Te menciono lo anterior para decirte a ti que vives una noche oscura: Si sientes que en tu caminar no hay salida, si sientes que tus lágrimas no son consoladas, que tus oraciones no son escuchadas… no desistas. En el caminar espiritual debemos ser purificados con el crisol de la prueba. Sé que es difícil, sé que habrá días que te faltarán las fuerzas, que nada tendrá sentido a tus ojos… pero no olvides que Dios es un Dios fiel, aunque el mundo entero te grite lo contrario. La alabanza en la prueba tiene mayor beneficio para el alma, porque aprenderás a amar a Dios por QUIEN es, no por sus beneficios. Aprendamos de San Juan de la Cruz que logró hacer poesía su agonía, si hoy solo tienes sufrimientos en tus manos, dobla rodillas y aunque Dios no responda, sé fiel. Si tu alma se siente perdida, aun en el silencio, Dios está a tu lado.
Aunque cueste, hagamos nuestra la oración de Santa Faustina: “Oh mi Jesús, a pesar de la noche oscura en torno mí y de las nubes sombrías que me cubren el horizonte, sé que el sol no se apaga. Oh Señor, aunque no Te puedo comprender ni entiendo Tu actuación, confío, sin embargo, en Tu misericordia. (Diario espiritual, 73).
Que San Juan de la Cruz interceda por nosotros.
Escrito por: Karla Estrada Navarro
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