Sor Faustina nace en la aldea de Glgowiec (actualmente la provincia De Konin), Polonia el 25 de agosto de 1905 y falleció el 5 de octubre de 1938. Es conocida como la apóstol de la Misericordia dado que Jesús se le reveló a ella como La Misericordia misma. Gracias a ella es que conocemos a Jesús misericordioso, su santa imagen y la importante frase “Jesús, confío en Ti”. Hoy es día de Santa Faustina, una mujer sencilla, enamorada de Jesús, deseosa desde pequeña en ser santa y dejándose guiar por Jesús, lo logró.
Es por ello que hoy quiero compartirte 10 enseñanzas extraídas de su diario – fruto de su diálogo amoroso entre ella y Jesús –, para que, si hoy te sientes alejado de Dios, sea el ejemplo de Santa Faustina quien te anime a regresar a Él y a su Iglesia.
- Sencillez de vida. La formación de Santa Faustina fue escasa; sin embargo, esto no fue impedimento para recibir todas las gracias de nuestro Señor, de tal manera que Jesús la nombró de la siguiente manera: “Tú eres la secretaria de Mi misericordia; te he escogido para este cargo, en ésta y en la vida futura (Diario, 1605)”. ¿Te has preguntado cuánto bien puedes hacer a los demás si te pones en las manos de Dios?
- Dejar el pasado atrás. Santa Faustina escribió en un poema “El tiempo que ha pasado no está en mi poder. Cambiar, corregir o agregar, no pudo hacerlo ningún sabio ni profeta, así que debo confiar a Dios lo que pertenece al pasado.” (Diario, 2). Una manera de confiar más en Jesús es entregarle nuestra historia pasada, sabiendo que Él no rechaza un corazón contrito y humillado.
- La certeza de que Dios te ama. “Dios llenó mi alma con la luz interior para que lo conociera más profundamente como el bien y la belleza supremos. Comprendí cuánto Dios me amaba.” (Diario, 16). Si vives en la certeza del amor tan infinito que Dios tiene por ti, cualquier sufrimiento, prueba o persecución serán sobrellevados con amor. Eres hijo de Dios, un hijo amado de Dios. ¡Créelo!
- Confianza en Jesús. Jesús le dijo a Santa Faustina: “Mi amor no desilusiona a nadie.” (Diario, 29). “La desconfianza de las almas desgarra Mis entrañas. Aún más Me duele la desconfianza de las almas elegidas; a pesar de Mi amor inagotable no confían en Mí.” (Diario, 50) ¿Alguna vez te ha dolido ver cómo quién amas, no confía en Ti? Pues ese dolor es el que siente Jesús al ver que nos cuesta entregarle toda nuestra vida. No hay razón de desconfiar en El. ¡Él nos ama y Él sabe más!
- Diálogo sincero con Jesús. Quizá muchas veces llevas en tu corazón muchas situaciones que te atormentan, te hacen sentir mal o te inquietan… Jesús le dijo a Santa Faustina lo siguiente: “¿Por qué no Me hablas de todo lo que te concierne aun de los más pequeños detalles? Háblame de todo. Has de saber que con esto Me procurarás mucho gozo.” (Diario, 921). El Dios Todopoderoso está interesado en ti. Cuéntale todo lo tuyo, ya ves que quiere escucharte.
- Arrepentimiento de nuestros pecados. Jesús a través de Santa Faustina nos enseñó que no debemos tenerle miedo al presentarle nuestros pecados, ya Él lo dijo: “Que ningún alma tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata.” No dudes de buscar el sacramento de la confesión. “Que no tema acercarse a Mi el alma débil, pecadora y aunque tuviera más pecados que granos de arena hay en la tierra, todo se hundirá en el abismo de Mi misericordia.” (Diario, 1059)
- La importancia de la confesión. Tenemos claro que somos pecadores y necesitamos convertirnos, la mejor manera es viviendo a plenitud el sacramento de la confesión. Santa Faustina en su diario nos aconseja cual es la disposición adecuada que debemos tener cuando acudimos al sacramento de la confesión. Es por ello que nos dedica 3 palabras: “Al alma que desea decididamente tender hacia la santidad y obtener frutos, es decir, provechos de la confesión (…) Total sinceridad y apertura. (…) la humildad (…) y la obediencia. (Diario, 113)”
- Amor por la Eucaristía. Santa Faustina puede ayudarnos a contemplar con mayor amor la Santa Eucaristía con este extracto de una oración escrita por ella: “Oh, Hostia Santa, habita en mi alma, Purísimo Amor de mi corazón; Que Tu luz disipe las tinieblas; Tú no niegas la gracia a un corazón humilde.” (Diario, 159). Jesús le dirigió estas palabras acerca de la Santa Hostia “En ella está tu fuerza, ella te defenderá.” (Diario, 616). No dudemos en fundar nuestra existencia en la Santa Eucaristía.
- Buscar a Jesús en la oración continua. Jesús le dijo a Santa Faustina “Oh, si las almas quisieran escuchar Mi voz cuando les hablo en el fondo de sus corazones, en poco tiempo llegarían a la cumbre de la santidad.” (Diario, 584). Gracias a Santa Faustina sabemos que si buscamos escuchar a Jesús, descubriremos cuál es Su Voluntad para nuestra vida. Además, gracias a Santa Faustina podemos rezar con devoción la Coronilla de la Divina Misericordia, teniendo fe en la promesa que Jesús le compartió a Santa Faustina: “A las almas que recen esta coronilla, Mi misericordia las envolverá en la vida y especialmente a la hora de la muerte.” (Diario, 754). “Defenderé como Mi gloria a cada alma que rece esta coronilla en la hora de la muerte, o cuando los demás la recen junto al agonizante, quienes obtendrán el mismo perdón.” (Diario, 811)
- En el amor no hay temor (1 Jn 4, 18). San Juan nos dijo esa frase hermosa y con Santa Faustina podemos reafirmar que si amamos a Dios, lograremos mucho bien. “Y ahora veo que mis obras que surgieron del amor son más perfectas que las obras que cumplí por temor. He puesto mi confianza en Dios y no tengo miedo de nada, me he entregado totalmente a su santa voluntad; que haga de mi lo que quiera y yo, de todas maneras, Lo amaré siempre.”(Diario, 589).
- El amor se traduce en obras: Jesús le hizo ver a Santa Faustina que el amor siempre debe traducirse en hechos concretos y por eso le pidió realizar obras de misericordia, al decirle: “Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia Mi. Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte.” (Diario, 742). Este día que celebramos a Santa Faustina no dudes en realizar una de las obras de misericordia.
- El infierno existe. Esta es una verdad, quizá incómoda para muchos. Pero es la verdad. No es porque Dios sea malo, es porque muchos han decidido rechazar a Dios y Dios es un caballero que no se impone y deja en libertad a sus hijos…por eso mismo, debemos rezar los unos por los otros para nuestra conversión. Santa Faustina, luego de tener una visión del infierno exclamó: “He observado una cosa: la mayor parte de las almas que allí están son las que no creían que el infierno existe. Cuando volví en mí no pude reponerme del espanto, qué terriblemente sufren allí las almas. Por eso ruego con más ardor todavía por la conversión de los pecadores, invoco incesantemente la misericordia de Dios para ellos.” (Diario, 741).
- Demos gracias por la Fiesta de la Divina Misericordia y por la Imagen de Jesús Misericordioso: Gracias a Santa Faustina en la Iglesia celebramos la Fiesta de la Divina Misericordia el primer domingo luego de la Resurrección del Señor. No dudemos en prepararnos para esa fiesta cuando llegue el momento: “Deseo que esta imagen sea expuesta en público el primer domingo después de Pascua de Resurrección. Ese domingo es la Fiesta de la Misericordia. A través del Verbo Encarnado doy a conocer el abismo de Mi misericordia.”(Diario, 88) “Deseo conceder el perdón total a las almas que se acerquen a la confesión y reciban la Santa Comunión el día de la Fiesta de Mi Misericordia.” (Diario, 1109). Seguramente conoces la imagen de Jesús Misericordioso, te has fijado que brotan de Él dos rayos, pues Jesús le explicó a Santa Faustina su significado: “Los dos rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas.”(Diario, 299).
- La Misericordia de Dios es eterna. Si nosotros reconocemos nuestro pecado, buscamos a Dios y luchamos a su lado por convertirnos, amándole con todas nuestras fuerzas, debemos creer que su Misericordia es eterna. “En cada alma cumplo la obra de la misericordia, y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia.” (Diario, 723) ¡No dudes en buscarle de todo corazón y convertirte! Cree de todo corazón que Él es tu Padre quien te ama, te espera y ha dejado en Su Santa Iglesia las herramientas para nuestra Salvación. “(…) Deseo, deseo la salvación de las Almas (…)” (Diario, 1032). “He abierto Mi Corazón como una Fuente viva de Misericordia. Que todas las almas tomen vida de ella. Que se acerquen con gran confianza a este mar de misericordia. Los pecadores obtendrán la justificación y los justos serán fortalecidos en el bien. Al que haya depositado su confianza (115) en Mi misericordia, en la hora de la muerte le colmaré el alma con Mi paz divina.” (Diario, 1520)
No cabe duda que Santa Faustina es una santa que continúa ayudándonos a alcanzar el cielo, mostrándonos que Jesús es la fuente de misericordia y que no debemos dudar en buscarle de todo corazón. Si nos dejamos conducir por la confianza y el Amor, nuestro puerto seguro es el cielo, en los brazos de Jesús, acompañados de María y la comunión de los Santos. Seamos el rostro misericordioso de Jesús para los demás.
Santa Faustina, gracias por tanto, ruega por nosotros.
Escrito por: Karla Estrada Navarro
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