Quiero compartirte mi testimonio de lo que viví al momento de elegir el método de planificación familiar adecuado para mí, partiendo de lo que aprendí en la escuela hace algunos años (que es lo que el mundo ofrece diciéndote que es lo mejor y lo más seguro para ti). Espero que te sea de ayuda, especialmente para esas mujeres que están en esa disyuntiva de elegir; buscando algo que se acomode a tu estilo de vida pero sin traicionar tu fe católica.
Cuando me casé, una de las preguntas que me hicieron fue: ¿con qué te vas a cuidar? Dicha pregunta me hizo recordar lo que me enseñaron en la escuela (cada uno de los métodos y experiencias de otras amigas y/o información de internet). En esos momentos me sentía preocupada por elegir uno de los muchos métodos que existen: opté por el DIU (Dispositivo Intrauterino) por comodidad, se me hacía muy fácil, pues no necesitaba estar al pendiente después de su colocación.
La ginecóloga me aseguraba que no pasaba nada, que era muy seguro, que en su trabajo lo colocaba a diario. Sin embargo, cuando ella me hablaba, yo no me sentía una persona, una mujer o que se preocupara por mi salud, me hacía sentir una más del montón que no quiere embarazarse. Al consultar en la web, volvió a mí el sentimiento de preocupación: todos eran de alto costo y diferentes tipos, elegí el que era más nombrado.
En cada revisión, sentía la necesidad de pedirle que me lo quitara, debido a los efectos secundarios que sufría: aumento de peso, ansiedad, mal humor, ciclo menstrual irregular, preocupación (junto con mi esposo) de saber si hacíamos lo correcto. Como católica, me preocupaba lo espiritual: sabía que no era un método aceptado por la Iglesia, pues se presta a la posibilidad de abortar, era un rechazo directo a la vida, y por consecuencia no estaba en gracia de Dios (sin la posibilidad de comulgar).
Cada día que llevé el DIU no me sentía bien conmigo misma, sentía la necesidad de deshacerme de él. Después de 8 meses, un domingo en misa escuché la invitación a tomar el curso del Método Billings; lo describieron de una manera increíble, me emocioné tanto, pues supe que esto era lo que buscaba. Mi esposo y yo lo platicamos y decidimos asistir. Para mi sorpresa, desde el primer día me enamoré del Método. Al conocer de él, me sentía tan contenta y completa, pues es un método integral que toma en cuenta todos los aspectos del ser humano: físico, psicológico y espiritual, permitiéndote vivir plenamente (lo que necesita toda persona para ser feliz).
Tengo 5 años de experiencia con el método Billings y cada vez que puedo lo doy a conocer (a amigas, personas interesadas y ahora a ustedes), pues es un método que me hace sentir plena. Les invito a que lo conozcan, que lo dialoguen con su pareja, y que se animen a dar el salto -como yo- del DIU al Billings, es un método ético, aprobado por la Iglesia (no traicionas tus valores).
Algunos de los beneficios del método Billings son:
Les comparto que hace un año, mi esposo y yo decidimos tener un bebé y gracias a que el método te da la oportunidad de elegir el género, optamos por el sexo femenino y por obra de Dios desde hace mes y medio tenemos a nuestra hermosa María Sofía, nuestra “niña Billings”.
Dios te quiere feliz, y eso lo logras cuando no renuncias a tus principios, cuando no renuncias a tu fe, en una palabra, viviendo en santidad. Te animo a que confíes en Dios, y que optes por este método. Lo importante en la educación sexual es “enseñarles un camino en torno a las diversas expresiones del amor, al cuidado mutuo, a la ternura respetuosa, a la comunicación rica de sentido. Porque todo eso prepara para un don de sí íntegro y generoso” que desembocará en el compromiso de entrega total de los cuerpos en el matrimonio.
Esto es la verdadera “planificación familiar”: el privilegio y obligación de una pareja casada de decidir con amor el número y espaciamiento de sus hijos utilizando un medio ético (como el que te he expuesto anteriormente).
Dios te Bendiga.
Escrito por: Francelia Ley (29 años, mamá de dos hijos).
Bibliografía
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Buenas noches, quisiera saber como puedo tomar este curso del billones, ya que con mi esposo intentamos practicar pero ha sido muy difícil. Vivo en Miami. Gracias